La televisión era nuestro Internet de la época. Medio de una sola vía en la que el espectador era totalmente pasivo e hipnotizado por lo que muchos han llamado la caja estupida de la que tomamos mucha parte de nuestro precario conocimiento. Al menos hoy, los autómatas adolescentes tienen el Internet que los obliga a interactuar y a pensar para buscar o producir información. Sin Embargo el Internet logra suplantar la realidad y los niños se quedan anclados horas y horas a este aparato. En nuestro caso, ver televisión todo el día podía ser algo fatigante, de todas maneras había que salir a personificar mediante el juego de la calle esos personajes maravillosos que llegaron por la pantalla chica.
Los programas y personajes de la televisión fueron fuente de inspiración para muchos nombres de estación, seguramente y como en el juego, el radioaficionado se identificaba con ese personaje y le daba vida en el mundo de los oncemetros.
Y estas clasificaciones de nombres de estación que la hemos denominado los televisivos y dibujos animados, describe una época como tal. Veíamos caricaturas hasta bien avanzada edad. La franja infantil era mucho mas ancha que hoy en día. Y de ahí sale Alejandro Picapiedra que al parecer no es tan gruñón como el personaje y no creo que haya conocido a su hija Pebles quien paradójicamente nació para los oncemetros antes que su padre, a principios de los 80s. Luz Eugenia Pebles no encontró su bam bam por los oncemetros y desapareció de la frecuencia.
Pitufo que inspiraba la ternura a las colegas, no sabíamos a ciencia cierta si era papa pitufo, filosofo o pitufo genio, este comic se adaptaba a cualquier tipo de personalidad. Como las mentiritas de Mauricio, de inmediato imaginábamos a pinocho con su larga nariz. Elizabeth la abejita Malla, caricatura muy popular en los 80s debió confundirse con más de un José Miel que apareció en la frecuencia tratando de cortejarla.
Mientras tanto el loco Lucas que es el lado oscuro del bondadoso Donald de Disney hacia de jefe de la banda de Belén la palma.
Pero de Disney teníamos la ternura de Vicky Bambi que hablaba con ese acento arrastrado tipo Natalia Paris y que suscitaba todo tipo de reacciones.
Los comic japoneses recién entraban a nuestro país. Con un estilo manga que dibujaban la antitesis de los ojos orientales. Ahí tenemos a meteoro, a rosa centella que tal vez tenia una motocicleta de igual cilindraje.
Yanet Peggy estaba en el intermedio de los dibujos animados y los personajes reales, una popular marioneta de la época. Era la eterna enamorada de la rana Rene que igual que el caso de pebles, nunca apareció en frecuencia.
Esos enlatados de fin de semana en la tarde, que terminaban por gustarnos y que tenían ese ingrediente de acción, de protagonista superdotado gringo que resuelve todos los problemas. Inspira a oncemetristas a llamarse Mac giver, el mil artes que sale al paso de todas las dificultades con los mínimos recursos, como todos los colombianos. Estación lobo del aire se transportaba a ese helicóptero tipo plan Colombia, donde el bravo piloto daba el parte de victoria al cuartel general de la CIA, por haber fumigado a esos detestables tercermundistas de la selva.
Y a propósito de nuestro tercer mundo, son escasos o prácticamente inexistentes las referencias a personajes o programas de televisión de la escena criolla. Hace falta un condorito, una Mafalda, pero apareció Luis Fernando chapulín, tal vez el único radioaficionado con Alonso Chompi que poseen cierta identidad televisiva latinoamericana. Es Alonso el chompi, el hombre de las serenatas romaticas con guitarra en la frecuencia quien recuerda el personaje malandro de chespirito, que recibe calvazos todo el día de su obeso compañero.
Recuerdo que una colega muy apreciada me decía cariñosamente el guambito refiriéndose al personaje que Fernando cansanova interpretara en el chinche. Cortinita recordaba en estos días que yo le decía gaviota como la protagonista de café, pero tengo mis dudas porque para el año 1990 ya no era tan asiduo radioaficionado. Si bien las telenovelas toman un gran pedazo del rafting de sintonia en nuestro pais, solo el culebron mexicano la fiera inspiro a Olga fierita al evidente QRZ.
Lida la mujer maravilla, no podía faltar en el repertorio de los QRZ. Al ver la emisión televisiva siempre quedábamos con una frustración. Porque la despampanante superhéroe no dará una vuelta más para verla un poco más ligera de ropa. Lida Maravilla de los oncemetros no estaba aun en edad de emular a Linda Carter, la verdadera mujer maravilla de la pantalla chica. En esa época Lida Maravilla contaba con 12 años de edad. A diferencia de cortinita, maravilla si decía su verdadera edad. Efectivamente tuve la oportunidad de verla años después y la niña maravilla se convirtió en una mujer y su belleza no estaba lejos de aquella de la artista americana. Darío Danubio dice ser bautizado por la hasta ahora única superhéroe femenina, integrante del salón de la justicia. Al parecer salio ileso de un bautizo con superpoderes. Tal vez el único que pertenece al combo de la maravilla es Luis Fernando relámpago verde, que podríamos traducir como linterna verde. El superhéroe con mucha sensibilidad a la luz y al que el oftalmólogo le receto culos de botella Castalia.
Fabio pepegrillo cierra el repertorio de las estaciones animadas, un comic de bajo perfil que no trascendió al nivel de los celebres personajes de Disney.Tan añejo como pepegrillo esta Andrés Felipe Costelo, el compañero de Abbot en el dúo cómico que veíamos aun en blanco y negro.No recuerdo si era tan jocosa su participación en la frecuencia. De la misma época es tal vez William comando, inspirado en el ahora gobernador de California y mister universo. Aunque realmente este personaje venia del cine, considero pertinente incluirlo en esta lista. Luz Marina estación Pepita es la que acompañaba todos los días en la pagina de caricaturas del colombiano a su esposo el muy damnificado Lorenzo. El pobre asalariado que no alcanzo a inspirar ningún colega en la frecuencia.
Igual de añejo es la estación Júpiter II. La famosa nave varada en algún planeta de la vía Láctea y en la que se movilizaban los personajes de perdidos en el espacio. Una familia modelo gringa viviendo las peripecias y saliendo de los embrollos en los que los metía un doctor metepatas que los acompañaba. De revista aun, el simpatico heroe galo francisco javier Asterix acompaña a Pepita en estos comics de papel.
Para finalizar este recorrido por los personajes televisivos encontramos los protagonistas de las series policíacas. Generalmente los domingos a eso de las 10 de la noche, dañaban un tanto la dura madrugada. No hay que pensar mucho para deducir que Héctor Quincy era ya galeno como el celebre forense que descubría en los cadáveres, las pistas para encontrar el criminal. Hoy Héctor Quincy esta mas ocupado y con mucho menos tiempo libre que en esos 80s. Al menos por eso creemos que se ha tardado en responder la invitación de cortinita para entrar al grupo de facebook. De todas maneras lo seguiremos esperando.
Para cerrar ahora si con broche de oro este capitulo aparece Pacho Baretta, si bien su estaciñon pudo estar inspirada en el nombre vulgar del popular alucinogeno, el denominado rey de la curuya pertenece mas a este grupo de los televisivos. Pacho tenia el mismo espíritu chabacan y descomplicado del primer protagonista latino de la televisión gringa. Con su cacatúa al hombro viviendo en el bajo munco del Bronx. Como buen investigador privado Pacho Baretta debe estar al corriente de este grupo oncemetristas Medellín, esperando el momento preciso para hacer su entrada triunfal. Seguramente esta acumulando el acerbo provatorio para decirnos a los que como yo hemos escrito un poco mas alla de la cuenta la tipica frase: queda arrestado, tiene derecho a permanecer callado, todo lo que diga podra ser usado en su contra, tiene derecho a un abogado, a una llamada, etc,etc
